Pedro Luis Barcia, Presidente de la Academia Argentina de Letras, vino a Tucumán a dictar una conferencia y tuve la oportunidad de hacerle unas preguntas sobre el carácter literario de los palíndromos y su opinión sobre nuestra intención de un movimiento literario. Les invito a escuchar las palabras de uno de los grandes genios que tiene la Argentina en la actualidad.
ENTREVISTA A PEDRO L. BARCIA
1 de Abril de 2009
San Miguel de Tucumán, Argentina
FOTO: P. L. BARCIA (LA GACETA - INES QUINTEROS ORIO)
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...Nos interesa mucho su opinión, porque empezó con reconceptualizar el término de la RAE del palíndromo, y hay todo un debate largo que hemos hecho con esa intención de darle la categoría de texto literario. ¿Qué opina Ud. de esta posibilidad?El palíndromo puede llegar a ser un texto literario siempre que tenga cierta extensión, porque la palabra Menem, que es palindrómica, o la palabra Neuquén, no constituye un texto literario. Ahora, si vos me decís “dabale arroz a la zorra el abad” eso sí. Pero yo creo que para acercarnos al palíndromo como tal en Argentina, el ejemplo más grande que existe es Juan Filloy. Entonces, el libro de Juan Filloy es un poco el modelo de lo que un hombre puede hacer con creatividad. Ahora, reconozcamos esto: es una obra breve, que puede ser como las greguerías de Gómez de la Serna, es un juego, hay que entenderlo así, es una literatura lúdica, es una obra breve, acotada, puede tener creatividad según el talento de cada uno, pero no puede ser esto un género literario. No nos desbandemos a decir que el palíndromo es un género literario.
¿Y cómo puede pegar en la gente un movimiento de este tipo? ¿Vamos a tener un “exotismo marginal” como Ud. habló, cuando hablaba de Filloy? ¿O puede pegar mucho y ser agradable?No, sabe que el Dr. Samuel Johnson dice que los géneros literarios del futuro son todos breves. Van a ser la sentencia, los aforismos y los cuentos breves. Fíjese Ud. que hemos entrado en el minirrelato o el cuento enano, de modo que hacia ahí se va. La celeridad de la vida lleva un poco a producir obras muy acotadas. Pero claro, el problema del palíndromo es que tiene un
condicionamiento muy grande por la lectura de un lado y del otro. Yo creo que del palíndromo lo que se puede hacer, en primer lugar, es un símbolo de muchas realidades. Es decir, que se pueden ver de una punta o de la otra, a veces pueden no darse cuenta, quienes miran desde los dos extremos, que están leyendo el mismo texto, pero que la coincidencia del palíndromo es un símbolo de lo que las gentes opuestas no se dan cuenta en que coinciden.[interrupción]
Está muy bien lo del movimiento, lo que pasa es que no hay que desbandarse en esto y salirse de madre, sosteniendo que esto es un movimiento renovador de la literatura, ni que esto es un género. Es una manifestación acotada, limitada, interesante, que puede ser creativa o no, pero hay que tener cuidado con no proponer la pequeña óptica que uno tiene como la visión del mundo. Más vale que se integren en otras articulaciones más amplias, de a poco, sino van a quedar aislados y van a morir en la soledad.
En el “exotismo marginal”…
Como ya decía, correcto.
La definición del palíndromo sería muy difícil cambiarla, en este contexto, darle la jerarquía de texto literario, la definición de la RAE, que era la propuesta.
Y va a ser difícil porque habría que explicar mucho a la gente que es un texto literario. Que es un texto no cabe dudas, porque es un tejido, y el palíndromo, tiene la característica del tejido reversible, que no es frecuente verlo así, es decir, de un lado y del otro es el mismo dibujo, cosa que requiere una pericia muy grande del tejedor, en los tapices, para que no se vean del otro lado los hilos cruzados. En este sentido es un texto. Para que se literario depende del nivel del creador y qué hace, porque una persona talentosa hace de la caída de una hoja el concepto del tiempo y otro hace simplemente una visión otoñal o cronológica.
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