En su día ya debatimos el tema de la
importancia de la autoría en la obra palindrómica en el seno del Club
Palindromista Internacional. Será bueno ahora hacer incidencia a través del
conocimiento de la historia del texto, en un ejemplo que nos convida a
reflexionar de nuevo sobre este importante aspecto de la creación
palindromista.
Si existe un clásico entre los palíndromos contemporáneos
ese es el famoso y celebrado:
Allí por la tropa portado, traído a ese paraje de maniobras, una tipa
como capitán usar boina me dejará, pese a odiar toda tropa por tal ropilla.
Este palíndromo goza de unas 1.000 entradas en
Internet, aparece citado en muchos libros dedicados a los palíndromos y se
publica y comenta en varias ocasiones en la bibliografía de Semagames. Si
asociamos el palíndromo al nombre de Fernando Sáenz tan sólo aparecen cinco
entradas en la web, pues en la gran mayoría de ellas, donde se cita el autor,
lo hace con el nombre de Luis Torrent (1924-1996).
Esta simetría está datada en 1987, es un claro
ejemplo de lo que ha de ser un buen microrrelato palindrómico y en realidad
procede del trabajo de dos autores, amigos y colegas profesionales: Luis
Torrent y Fernando Sáenz.
HISTORIA DEL TEXTO.
El periodo que va entre 1986 y 1989 Torrent y
Sáenz trabajan juntos en Madrid, en el Ministerio de Obras Públicas.
La
actividad de Torrent como palindromista tiene dos etapas, separadas por más de
un cuarto de siglo. En la primera, en los años cincuenta, compone palíndromos
en competencia con Antonio Carbonell y con José María Platero, que es quien
luego los publicaría en la revista
Blanco y Negro. En palabras del propio Fernando Sáenz:
De la segunda etapa, que data
de los años ochenta, soy en alguna medida responsable, pues cuando yo
llegué al Ministerio en 1979, descubrimos, casi por casualidad, nuestro común
vicio oculto y Torrent volvió a retomar la actividad a raíz de un viaje
profesional a Kenia.
Fernando Sáenz Ridruejo (Soria, 1939) es
miembro fundador del Club Palindromista Internacional, -en 1987 Club
Palindrómico Internacional- y colaborador habitual de la revista Semagames.
Desde El rincón de los problemas nos
propone la búsqueda del palíndromo secreto y nos sorprende siempre con una
bella joya palindrómica de su cosecha. Autor de pirámides, criptogramas y
palíndromos especulares, generacionalmente a caballo entre aquellos pioneros
como Torrent, Platero, Carbonell o Cano y la actualidad, su dilatada
experiencia en este campo lo configuran como uno de los palindromistas más
importantes en lengua española. Buenas muestras de su obra las encontramos en
la Antología de autores del CPI Sé verla
al revés (México, 2008) y recientemente en la nueva Antología palindrómica
de la lengua española de Gilberto Prado Galán Sorberé Cerebros (México 2010).
La gestación de "Allí por la tropa
portado..." está perfectamente relatada en una nota de pie de página en
Semagames (S-76, p. 30) por Josep M. Albaigès. A través de esa nota
Fernando Sáenz nos pone en antecedentes:
Un día se me presentó Luis en el despacho y
entre expediente burocráticos me deslizó un papel con el palíndromo: “Allí por
tropa portado, traído a ese paraje de maniobras, usar boina me dejará, pese a
odiar toda tropa por tal ropilla”. A mí me pareció muy bien, pero pensé que le
faltaba el sujeto y abrí una llave en el centro (por decirlo en términos de
nuestra profesión, lo abrí en clave), escribí “una tipa como capitán” y se lo
devolví con los mismos expedientes. Así, su palíndromo de 97 letras pasó a
tener 115, superando la barrera de las 100.
Realmente Sáenz le propone dos versiones: una es
la ya conocida y otra, algo más larga, en que añadía "una visa me dan, además Iván"; pero Torrent, con buen
criterio, elige la primera. Aunque, como piensa Sáenz, el tema de la visa podría sugerir alguna misión
secreta encomendada al protagonista. Así pues, es nuestro compañero del CPI
Fernando Sáenz Ridruejo quien convierte la composición original, más corta, en
un microrrelato palindrómico, añadiendo las 18 letras centrales y otorgándole
de esta manera un valor literario incuestionable, pues con el ingenioso sujeto
añadido recrea perfectamente el ambiente que propone el tema del mismo. Los
autores cumplen con uno de los cánones necesarios para ello, usando términos
como tropa, maniobras o capitán, que
hacen referencia directa al tema militar. La claridad del mensaje se debe al
acierto en la elección de las palabras y a la vez a la sencilla colocación de
enlaces y signos de puntuación; apenas con tres comas resuelve y trenza
perfectamente un texto simétrico de 27 palabras.
Es la gentileza de Sáenz la que asigna a
Torrent el palíndromo, aunque queda de sobras patente la doble autoría del
mismo. Torrent, por su parte, también reconoce la colaboración de ambos en su
elaboración, en carta a Ramon Giné donde
adjunta el palíndromo, que se publica en septiembre de 1990 en el número 8 de
Semagames. Siendo esto así, lo lógico y más justo es citar a ambos autores
siempre que se reproduzca tan excelente palíndromo, en cualquier medio y ocasión,
pues si a uno se le puede atribuir la mayor parte del texto, al otro le
corresponde la mayor parte de la excelencia de la simetría, constituyendo, en
fin, una obra de conjunta creación, que ya forma parte de las letras doradas
del palindromismo actual.
Pere Ruiz
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