Desde que la humanidad existe
sobre la faz de la tierra, se conoce el uso de los secretos. La criptografía no
es más que el afán de ocultación de la información con el fin de que no se
conozca en caso de ser interceptados los mensajes. Sin embargo, algo tan
inherente al ser humano como descubrir, conocer o inventar han propiciado que
se necesite solucionar cualquier misterio. Desde encontrar la solución a un
crucigrama, descifrar un jeroglífico o aclarar un código secreto ha atraído la
atención del hombre. Julio César, durante la Guerra de las Galias, envía
un mensaje a Cicerón, sustituyendo las letras romanas por otras griegas. De
esta forma evita que en caso de ser interceptado por el enemigo, pueda
descifrarse su contenido. Desde entonces se conoce a la sustitución de fonemas
alfabéticos como La Cifra del César.
El siguiente texto
palindrómico con encriptación simétrica nos aturde en principio. Sin embargo,
simplemente conociendo la clave de desencriptación, el texto dejaría de tener
misterio alguno:
JKYODESLIAUSTIBJONYASLMILIESOESEXIAESPARSORORIRISODEJEZEROS
AFINELENIFASOREZEJEDOSI RIROROSRAPSEAIXESEOSEILIMLSAYNOJBITSUAILSEDOYKJ
La clave del
texto es tan sencilla que consiste en tener en cuenta sencillamente una de cada
cinco letras para encontrar el mensaje que nos transmiten. En ese caso,
quedaría tal que así:
JKYODESLIAUSTIBJONYASLMILIESOESEXIAESPARSORORIRISODEJEZEROS
AFINELENIFASOREZEJEDOSI RIROROSRAPSEAIXESEOSEILIMLSAYNOJBITSUAILSEDOYKJ
Se trata
pues del famoso palíndromo: Dábale arroz a la zorra el abad. El mensaje
estaba insertado en texto llano entre la maleza de letras que pretendían oscurecerlo.
Algo más complicado sería desencriptar un mensaje que se hubiera ocultado
mediante letras de sustitución. Se trataría de tomar el alfabeto y
sucesivamente sustituir cada letra del texto llano por otra del abecedario en
texto encriptado. De todas formas, mediante el análisis de frecuencia de las
letras, terminaciones, conjunciones o enlaces más comunes en nuestra lengua, se
lograría sacar a la luz el mensaje.
Sólo por
hacerlo más atractivo, vamos a intentar diseñar algunos palíndromos, añadiendo
una pequeña dificultad. Construiremos una tabla con el texto llano y a
continuación varias filas con el texto cifrado de sustitución, siguiendo el
ejemplo que nos enseñó Julio César, además de introducir una clave para
despistar al posible analista. Los tres primeros días de la semana catalana nos
servirán (dilluns, dimarts y dimecres). Para encriptar cada letra usaremos
consecutivamente una fila de la tabla. Por supuesto que esta clave será la
única información que necesitará nuestro amigo, a quien va dirigido el mensaje:
a
|
b
|
c
|
d
|
e
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f
|
g
|
h
|
i
|
j
|
k
|
l
|
m
|
n
|
o
|
p
|
q
|
r
|
s
|
t
|
u
|
v
|
w
|
x
|
y
|
z
|
D
|
I
|
L
|
U
|
N
|
S
|
A
|
B
|
C
|
E
|
F
|
G
|
H
|
J
|
K
|
M
|
O
|
P
|
Q
|
R
|
T
|
V
|
W
|
X
|
Y
|
Z
|
D
|
I
|
M
|
A
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R
|
T
|
S
|
B
|
C
|
E
|
F
|
G
|
H
|
J
|
K
|
L
|
N
|
O
|
P
|
Q
|
U
|
V
|
W
|
X
|
Y
|
Z
|
D
|
I
|
M
|
E
|
C
|
R
|
S
|
A
|
B
|
F
|
G
|
H
|
J
|
K
|
L
|
N
|
O
|
P
|
Q
|
T
|
U
|
V
|
W
|
X
|
Y
|
Z
|
Los dos
mensajes cifrados que le enviaremos dirán:
QC QNQ CQ MKM HDH MKM
Perfectos palíndromos encriptados, que una vez
sometidos al criptoanálisis darán como resultado:
Si, set és. Poc
mal, poc.
Vamos a
introducir una nueva tabla con clave en los meses del año para componer ahora
unos palíndromos en castellano:
a
|
b
|
c
|
d
|
e
|
f
|
g
|
h
|
i
|
j
|
k
|
l
|
m
|
n
|
o
|
p
|
q
|
r
|
s
|
t
|
u
|
v
|
w
|
x
|
y
|
z
|
E
|
N
|
R
|
O
|
A
|
B
|
C
|
D
|
F
|
G
|
H
|
I
|
J
|
K
|
L
|
M
|
P
|
Q
|
S
|
T
|
U
|
V
|
W
|
X
|
Y
|
Z
|
F
|
E
|
B
|
R
|
O
|
A
|
C
|
D
|
G
|
H
|
I
|
J
|
K
|
L
|
M
|
N
|
P
|
Q
|
S
|
T
|
U
|
V
|
W
|
X
|
Y
|
Z
|
M
|
A
|
R
|
Z
|
O
|
B
|
C
|
D
|
E
|
F
|
G
|
H
|
I
|
J
|
K
|
L
|
N
|
P
|
Q
|
S
|
T
|
U
|
V
|
W
|
X
|
Y
|
A
|
B
|
R
|
I
|
L
|
C
|
D
|
E
|
F
|
G
|
H
|
J
|
K
|
L
|
M
|
N
|
O
|
P
|
Q
|
S
|
T
|
U
|
V
|
W
|
X
|
Y
|
Textos
palindrómicos cifrados:
ASSA EDKDE LKOMMOKL FQOLENELOQF EQESESEQE
Y sus resultados tras el criptoanálisis:
Está Ahoga O meó peón. Iré ¡ea! Piedra. A Rita sisa.
La Cifra
ADFGHX:
Un caso
parecido es el de la llamada Cifra ADFGHX, en la que además de sustitución se
puede producir también transposición de letras. El contenido de la tabla es
nuestra clave para cifrar los mensajes, por lo tanto deberá conocerlo nuestro
interlocutor y así se producirá el milagro de la comunicación. Se trata de
elegir las letras del mensaje llano y sustituirlas por su equivalente en
columnas y filas, donde se constituye realmente la cripta:
|
A
|
D
|
F
|
G
|
H
|
X
|
A
|
a
|
b
|
c
|
d
|
e
|
f
|
D
|
g
|
h
|
i
|
j
|
k
|
l
|
F
|
m
|
n
|
o
|
p
|
q
|
r
|
G
|
s
|
t
|
u
|
v
|
w
|
X
|
H
|
y
|
z
|
a
|
b
|
c
|
d
|
X
|
e
|
f
|
g
|
h
|
i
|
j
|
Si
intentamos componer palíndromos usando solamente combinaciones de estas seis
letras, contando con cualquier otra disposición en la tabla del alfabeto
interior, descubriremos rápidamente diferentes casualidades:
AAXXAA sería la equivalencia palindrómica de ¡Ajá!
En catalán encontramos varios ejemplos:
FAFFAF= Moc.
FGAAGF= Pau.
FHGF DFFD FGHF= ¡Quin pa!
O este más largo en castellano:
AADX AAGA AGFF FDAG AAHA GG AHAA GADF FFGA AGAA XDAA
Al as don da, y vea si os da fa.
Cifrar un
mensaje es bastante fácil. Otra cosa es hacerlo simétricamente, pues el hecho
de intentar forzar una palabra o frase palindrómicamente encriptada reduce en
gran manera las posibilidades. De todas formas, es un juego al que cualquier
palindromista debería someterse durante unos momentos, a fin de descubrir las
interesantes particularidades que encierra cualquier palíndromo nacido de una
de estas tablas.
El siguiente texto palindrómico con encriptación simétrica nos aturde en principio. Sin embargo, simplemente conociendo la clave de desencriptación, el texto dejaría de tener misterio alguno
ResponderEliminarcute sheets ,
egyptian cotton fitted sheets ,